martes, 20 de agosto de 2013

CASUALIDADES, capítulo III


En la residencia de la que me había estado hablando Kelly, tenían constancia de todas las personas que nacían con ese poder, sabían su nombre y edad, y las experiencias que habían tenido con su don.

A Kelly la habían enviado de la S.R para decirme la noticia. Al parecer, cuando un soñador (personas con este poder) cumple los quince, en ese mismo año envían a un mensajero para informarle de su poder.

Estaba emocionada, pero... No sabía lo que me esperaba.

 

 
-¿Cuándo debería entrar a la residencia Kelly?-le dije.

Se me quedó mirando, y se mordió el labio.

-¿Qué?-le dije abriendo los ojos.

-Tus maletas ya están hechas, fuera nos espera un taxi. Les he dejado una carta a tus padres.

Me quedé fría, fría como un muerto. Mis únicas palabras fueron un silencio.

Kelly me cogió de la mano. Se me llenaron de agua los ojos, y una lágrima cayó sobre mi piel petrificada.

Después de un rato de silencio y lágrimas, Kelly no tuvo más remedio.

-Es la hora.

Asentí. Ella se levantó, me cogió de nuevo la mano y salimos por la puerta.

Fuera nos esperaba el taxi. Kelly me abrió la puerta trasera del coche, pasé a continuación. Ella me miraba con cara de pena, y también se le mojaron los ojos.

-A el aeropuerto de Orly por favor.

Otra lágrima.

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